Eras tristeza en el espejo, sueño
Te envolvías con tu magia,
Despertabas caricias, esperanza,
Viva de amor escribías:
“Busco la llave que he perdido”
Me perdí en un laberinto infinito
Construí un camino indestructible
Sin trazos, sin líneas amargas, libre.
Serás semilla que algún día germinará.
Ínfimas partículas se perdieron
Al caer en la superficie del Mar.
Somos semillas que eclosionaron
Pequeños cristales invisibles
Reflejo de ese Ser que nos mira.
Naranjos, encinas, bosques de ribera
Saben que la búsqueda no es vano,
Van a su ritmo, crecen lentamente
En silencio, como toda arboleda
Sienten germinar el fruto rojo,
Pues bella es la flor del Magnolio
Verdes sus hojas, claros sus ojos.
Luz y victoria se reflejan en ellos
Un océano en el oleaje de su mirada.
Un salvaje corazón se esconde tras la llave.
El poder de la amistad se hace presente
Antes del alba llega la quietud, la paz…
El mar les invade el alma en la dulce calma.
En un corcel de viento galopan hacia la inmensidad.
La llave perdida de la magia
Lleva consigo esa luz de esperanza
En un canto de amistad, todos juntos,
Recorremos el laberinto tras la llave
La llave perdida de la magia
Lleva consigo esa luz de esperanza
En un canto de amistad, todos juntos,
Recorremos el laberinto tras la llave
La solucíón en el Yo sin el Tú.
Mari Gómez Torralba
Dulce
Ilesín
María Perlada
Llorenç Giménez
Dulce
Ilesín
María Perlada
Llorenç Giménez
Mary Carmen Ruiz Sampedro